Identificación
del texto
Autores: Rosario
Del Rey, Rosario Ortega & Irene Feria.
Título: Convivencia
escolar: fortaleza de la comunidad educativa y protección ante la
conflictividad escolar.
Editorial: Revista
Interuniversitaria de Formación del Profesorado, (66) (23,3), 159-180. España.
Año
de publicación: 2009.
Palabras
claves: Convivencia positiva, Claves, Protección, Educación
secundaria, Comunidad educativa.
Buena
Convivencia: Escuelas Agradables
Las autoras de la investigación Convivencia escolar: fortaleza de la comunidad educativa y protección
ante la conflictividad escolar consideran que aprender a vivir juntos y sentir que la escuela es un lugar
seguro y agradable, se relaciona con percibir que en la escuela existe una
buena convivencia, considerando esta postura desde un significado positivo. No
obstante, las autoras suponen que se puede tener una visión negativa de la
convivencia, cuando se estudian más los problemas que la afectan que los
pilares en que se fundamenta.
Del Rey & otros (2009), en su estudio pretenden comprobar
que la calidad de la convivencia es positiva desde la perspectiva de los
estudiantes, docentes y padres de familia. Además de indagar sobre las claves,
que según estos tres colectivos, definen una excelente convivencia. En este
sentido, el estudio también expresa que el concepto de convivencia tiene un
claro significado positivo, relacionado con los fundamentos básicos de la
educación, constituyéndose, además, en los pilares del concepto de educación
para la democracia y la ciudadanía. Para ellas, la convivencia nace como la necesidad, para que la vida en común,
que se desarrolla en los centros educativos, fluya con patrones de respeto entre
todos sus integrantes.
Las autoras citan a Sánchez y Ortega-Rivera (2004), para decir
que la convivencia, desde el contexto psicológico, implica la formación para
comprender el punto de vista del otro, reconocer que debe ser estimado y
respetado, solicitar respeto hacia uno mismo y lograr un nivel suficiente de
autoestima, y actuar con solidaridad, tolerancia y comprensión hacia los
eventos cotidianos de intima naturaleza humana. Sin embargo, a pesar de lo
anterior, las autoras son conscientes que la convivencia está llena de
dificultades y conflictos, pero que estas circunstancias no deben ser óbice
para asegurar que la naturaleza psicosocial de la convivencia es de carácter
positivo. En este orden de ideas, en la investigación, las autoras exponen que
la convivencia más que aprenderla en la escuela como un aspecto más del
curriculum, se debe construir.
En el estudio realizado, se enuncia que situaciones como: la
intimidación, la exclusión social, el acoso y en general los malos tratos entre
escolares, afectan gravemente la convivencia. No obstante lo dicho, en la misma
investigación se plantea que los docentes una vez identifiquen las situaciones
y la forma como estas afectan a los escolares, las mismas podrían ser objeto de
intervención. En este sentido, las autoras exponen, que son varias las escuelas
que se están sumando a desarrollar programas de convivencia, mediante
iniciativas positivas, para mejorar la convivencia diaria de los escolares y
los docentes, en procura de mejorar los procesos de enseñanza y de ir
cimentando las bases de la educación para la ciudadanía.
La investigación, es presentada, por las autoras, con una
metodología descriptiva, puesto que el interés es presentar a la comunidad una
descripción de la convivencia escolar en las escuelas y cómo es vista por los
escolares, docentes y la familia, desde una mirada positiva. En el estudio
participaron 1045 personas pertenecientes a ocho centros que ofertan Educación
Secundaria Obligatoria, ubicados en la zona geográfica de Gibraltar. En total,
863 estudiantes, 31 docentes y 151 padres y madres.
Como conclusión las autoras presentan que la convivencia
escolar es percibida por los escolares, docentes y familia, como una dinámica
relacional positiva, donde estos colectivos expresan niveles de excelencia y
bondad en sus relaciones interpersonales; siendo los docentes los más
autocomplacientes, los escolares los más críticos y las familias las que menos
información poseen y las que menos participan.
Frente a la investigación realizada por del Rey & otros
(2009), se puede decir que tiene unos aportes muy valiosos, en especial cuando
abordan que la convivencia se debe estudiar desde su complejidad y no desde su
particularidad, es decir, no desde los problemas que la afectan, sino como un
todo, desde la mirada holística de la comunidad educativa (escolares, docentes,
familia).
BIBLIOGRAFÍA
Del Rey, R., Ortega, R., & Feria,
I. (2009). Convivencia escolar: fortaleza de la comunidad educativa y
protección ante la conflictividad escolar. Revista
Interuniversitaria de Formación del Profesorado, (66), 159-180.
Consultar el artículo completo en el siguiente vínculo:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27419066009
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